TEMA.
Los prejuicios de la homosexualidad y homofobia en la sociedad.
ESTRUCTURA.
El texto empieza con una anécdota que sirve de introducción. Este texto tiene función apelativa y expresiva. Se divide en tres partes:
-Introducción. De la línea 1 a la 4. En esta parte hace referencia a la introducción del tema, es decir, la homosexualidad entre los deportistas.
-Cuerpo. De la línea 5 a la 25. Aparece una pregunta retórica que nos hace pensar (¿Dónde están los futbolistas gays?) sobre los homosexuales que se mantienen estables en todas las culturas. Los futbolistas tienen que ocultar su condición y mantenerlo en silencio. Pero esta realidad no pasa solo en los futbolistas, sino en el deporte en general que está cubierto por la homofobia.
-Conclusión. De la línea 26 hasta el final. Se dan muchas realidades por solucionadas aunque en realidad no lo están. Y se resuelven muchos prejuicios sin que sea verdad.
RESUMEN.
La homosexualidad está muy mal vista en nuestra sociedad. En este texto usa de ejemplo de la homosexualidad a los futbolistas que tienen que ocultar su condición, y por mucho dinero que tengan se sienten que son unos desgraciados. Pero esto no se da solo en los futbolistas, sino también en otros deportes, como en los juegos olímpicos de Pekín y Londres. Estos casos de homosexualidad lo podemos encontrar en toda nuestra sociedad, no solo en el deporte. Al final nos expone una pregunta sobre si este es el único caso sin resolver.
COMENTARIO CRÍTICO.
Este texto es un texto argumentativo, en concreto es una columna de opinión escrita por la autora Rosa Montero en el periódico El País. Estos textos se caracterizan por tener una idea principal que concuerda con la tesis. Rosa Montero es una periodista y escritora española y colaboradora habitual de éste diario.
Este texto comienza de una manera anecdótica cuenta la falta de aceptación de los homosexuales en nuestra sociedad, que están marginados en nuestra sociedad y en el deporte. Estas personas existen y son seres vivos, pero muchas veces se tienen que ocultar porque está mal visto en nuestra sociedad.
La homosexualidad en España no ha
tenido un tratamiento uniforme y se ha adaptado en cada época a las
ideas y condiciones reinantes.
Hasta la década de los setenta la
homosexualidad en la televisión en España estuvo absolutamente
ausente. Simplemente no hubo jamás ningún personaje de ficción
homosexual en las series o programas de Televisión española y por
supuesto nadie que trabajara en el medio reconoció públicamente su
homosexualidad.
En el 2004 se celebraron elecciones
generales en España, en las que la derecha perdió el poder y éste
quedó en manos del centro-izquierda, liderado por José Luis
Rodríguez Zapatero. Entre otras medidas sociales, se habían
comprometido a legalizar el matrimonio homosexual en España.
Por tanto, y cumpliendo con el programa
electoral, durante la legislatura se legalizó el matrimonio entre
personas del mismo sexo el 2 de julio de 2005, con el apoyo
mayoritario del Congreso de los Diputados por 187 votos a favor y 147
en contra.
En España, a pesar de ser uno de los
países con legislación más progresista del mundo, continúa
habiendo homofobia en la sociedad.
Según un estudio del ministerio de
sanidad del gobierno español de 2010, hay todavía un 15% de
personas en España que opinan que la homosexualidad es «una
enfermedad», porcentaje es menor en mujeres y mayor en hombres, en
quienes alcanza un 18%, siendo más frecuente entre los hombres
mayores de 55 años. Por otro lado, según el estudio, hay además un
17% de mujeres y un 23% de hombres en España que están «poco o
nada de acuerdo» con que la homosexualidad sea «respetable».
La homofobia es especialmente grave
contra los homosexuales extranjeros que han venido a España en busca
de aceptación, sobre todo desde Latinoamérica, en cuyo caso se une
la xenofobia, el racismo y la homofobia, y contra los transexuales,
la llamada transfobia. También es especialmente sangrante el caso de
la homofobia en las aulas, por el peligro de suicidio que conlleva.
En un estudio realizado por la federación COLEGAS entre 30.000
estudiantes andaluces de ESO y Universidad, el «81% consideran que
si un integrante de su clase se definiera en público como gay,
lesbiana, bisexual o transexual, sería discriminado».
¿Pero por qué tenemos que discriminar a las personas que son homosexuales?Yo pienso que cada persona es libre de expresar sus sentimientos y que nadie debe ocultar sus gustos por la razón de que se ve mal, porque no hay nada malo de que las personas sean homosexuales. Porque al igual que los matrimonios entre mujeres y hombres se ven bien, también deberían de verse bien los matrimonios entre personas del mismo sexo, ya que todos somos seres humanos y por lo tanto deberíamos ser iguales y no haber discriminación con las personas que se sienten atraídas por el mismo sexo. También veo muy mal que los deportistas que parecen tener un buen aspecto, tengan que ocultar su homosexualidad solo porque está mal visto en nuestra sociedad.
Sonia, la parte de la estructura e ideas está bien perfilada, aunque quizá deberías desglosarla un poco más. El resumen tienes que repasarlo: el problema no se plantea sólo entre los deportistas, sino que esto sirve de ejemplo para extenderlo como prejuicio a toda la sociedad y no sólo nacional.... al final expone la pregunta que da pie a la reflexión sobre si es éste el único prejuicio sin resolver. Mañana comentamos también la parte crítica...
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